domingo, 14 de marzo de 2010

Saludando al Sol

Surya namaskar o Saludo al Sol es una preciosa bienvenida al glorioso Sol, la fuente de toda vida en la Tierra.

Tradicionalmente se realiza al amanecer, mirando al este, cuando la energía cósmica, prana, es alta.

Surya namaskar es una secuencia de doce posturas realizadas sucesivamente con elegancia en un fluido ciclo. Cada postura compensa la anterior y está sincronizada con inspiraciones y espiraciones poniendo en acción toda la musculatura del cuerpo para calentarla y “acondicionarla” para la ejecución de las âsanas.

Sin embargo, el saludo al Sol constituye un ejercicio completo que puede ser practicado fuera de la sesión diaria de yoga tonificando la musculatura, acelerando y amplificando la respiración y el ritmo cardíaco, aumentando la flexibilidad de la columna y de las articulaciones y centrando la mente.

Algunos de los beneficios del saludo al Sol que recalca el Rajah de Aundh (ferviente partidario de esta práctica) son los siguientes:

Tonifica el sistema digestivo dilatando y comprimiendo sucesivamente el abdomen; proporciona un masaje regulador en el hígado, el estómago, el bazo, intestino, riñones…, activa la digestión, elimina el estreñimiento, evita la dispepsia…
Refuerza el cinturón abdominal y mantiene así los órganos en su lugar. La retención de sangre patológica en los órganos abdominales es eliminada.

Sincroniza el movimiento y la respiración, ventila los pulmones a fondo, oxigena la sangre y desintoxica, todo ello gracias a la expulsión masiva de dióxido de carbono y otros gases nocivos por las vías respiratorias.
Aumenta la actividad cardíaca y la irrigación sanguínea de todo el organismo, lo que es capital para la salud. Combate de este modo la hipertensión, las palpitaciones y calienta las extremidades.

Tonifica el sistema nervioso gracias a las elongaciones y flexiones sucesivas de la columna vertebral, regularizando las funciones del sistema simpático y parasimpático, favoreciendo el sueño, mejorando la memoria y devolviendo la serenidad en casos de ansiedad.
Estimula y normaliza la actividad de las glándulas endocrinas, especialmente la tiroides, por los movimientos de comprensión del cuello.

Refresca y desintoxica la epidermis al producir una ligera transpiración antes de que aparezca el sudor. La piel, desintoxicada y bien irrigada refleja salud y rejuvenece.

Mejora y tonifica la musculatura de todo el cuerpo, aumentando la flexibilidad de la columna y de las articulaciones.

Regula la actividad del útero y los ovarios suprimiendo las irregularidades menstruales.

Suprime los excesos adiposos, sobre todo la grasa supérflua del abdomen, caderas, muslos, cuello y mentón.

Refuerza el sistema inmunitario.

En resumen, y como conclusión, el Rajah de Aundh proclama que Surya namaskar, practicado con regularidad y perseverancia, sin ser una panacea, gratifica a sus adeptos con una soberbia salud y una energía vibrante.

Hay que remarcar que la concentración es primordial y en cada movimiento se requiere una participación activa de la conciencia.
Pensar en el Sol y concentrarse en él como dispensador de toda vida, utilizando toda su energía para efectuar una salutación, agrega un contenido más elevado al ejercicio e infunde un espíritu superior a Surya namaskar, que deja así de ser un trivial ejercicio muscular para englobar toda la personalidad.